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ACONDICIONAMIENTO, PREALISTAMIENTO Y PRECAUCIONES, EN PAPEL, CARTON, CARTULINA O CARTONCILLO, PREVIO A SU IMPRESION.

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El papel esta conformado de fibra de celulosa blanqueada y prensada.

Por ser básicamente una materia orgánica (esta vivo), es vulnerable al medio ambiente y requiere de un proceso adecuado antes de su impresión.

Como en otras áreas gráficas, el papel ha sufrido una evolución que acompaña los cambios de los factores de producción, velocidad de la prensa o impresora, procesos de barnizado o tratamientos de superficie, tintas monocomponentes o UV y procesos con escasa o sin agua, entre otros.

Algunos parámetros permanecen constantes y otros han cambiado, ante las exigencias de las nuevas tecnologías graficas y las exigencias y mayor conocimiento de los compradores o consumidores del producto final.

Tradicionalmente, los fabricantes americanos producen un papel con mayor contenido de fibras, mientras que los europeos añaden más capas de recubrimiento a su superficie.

Esta diferencia se traduce en la rigidez del papel. Aunque su estructura básica es idéntica.

Dado que el papel constituye más del 60 % del costo final de un trabajo, cuanto mas se conozca el comportamiento del mismo, existe una mayor posibilidad de controlarlo, evitando imprevistos que impactan sobre las utilidades de los gráficos.

* EL ACONDICIONAMIENTO
Imaginemos por un momento a Centro América, Brasil o Argentina.

Sol de verano, brisa de mar, con una temperatura ambiente de 34°C.

El camión de transporte se dirige por la autopista hacia la imprenta. En el interior del contenedor se registran 48°C. El impresor esta necesitado de recibir el sustrato celulósico (en bobinas o pliegos), ya que su cliente necesita el producto al día siguiente.

El diseñador está orgulloso de su diseño, que posee un texto invertido, 7 puntos en negro, 350% de cubrimiento de la superficie y un fuerte contraste con el papel mate triple capa, de blancura 92, seleccionado para el trabajo.

La imprenta, muy moderna, posee aire acondicionado central y mantiene una temperatura de 22°C.

ESTO... ES UNA RECETA AL DESASTRE.

En casos como este, el papel llega a su destino final la impresora o prensa con un diferencial de temperatura de 26 °C.

Cuando liberamos el papel de su embalaje, su temperatura es mayor que la del medio ambiente en la sala de impresión. El aire circundante a la pila de papel se calienta, diminuyendo la humedad relativa.

Los bordes de los pliegos expuestos al ambiente pierden humedad, lo que produce que sus bordes se encojan y sus puntas o esquinas se curven.
En estas condiciones, se traba constantemente durante el transporte en el alimentador de la prensa o impresora, ocasionado múltiples paradas de máquina.

...ES EVIDENTE QUE EL MATERIAL NO ESTA APTO PARA SU PROCESAMIENTO.

Si tomamos como ejemplo una pila o bancal de 0,3 metros cúbicos con un diferencial de temperatura de 25°C, su acondicionamiento, necesita de unas 30 a 40 horas para ambientarse. Obviamente, cuanto mayor sea el volumen, mayor será el tiempo de acondicionamiento.

Pero… ¿Cuál es el efecto de la humedad?

En general el papel se fabrica y se embala en paquetes o pilas, en tarimas a unos

22 °C, con una humedad relativa del 45 % al 52%.

Idealmente, la sala o área de impresión, debe tener las mismas condiciones para obtener excelentes impresiones. Si el papel posee en su interior, una humedad relativa por debajo del 33% o por encima de 54%, se torna inmanejable y no se pueden lograr registros precisos.

Si las condiciones de la sala de impresión y las del papel difieren ampliamente, no es posible producir ningún trabajo.

También si es expuesto a una sala de impresión muy caliente, el papel condensará humedad en su superficie y se ondularan los pliegos.

Según lo descrito debe utilizarse cualquier recurso que permita controlar la temperatura y la humedad en las salas de impresión.

ANTICIPANDONOS A LOS PROBLEMAS.


¿Qué debe hacer el impresor para obtener impresiones óptimas?

1) Apertura de los paquetes o pallets y su estabilización:
Debe realizarse en la sala o área de impresión, antes de imprimir o procesar el papel o cualquier material celulósico, una vez que este alcanzó dicha temperatura, lo que garantiza que la impresión se realizará con la humedad relativa original del material.

2) Abanicado, separación o aireado:
El mercado de papeles demanda materiales más blancos. Para ello los fabricantes de papel han añadido mayor cantidad de capas de tratamiento de superficie, lo que permite reproducir una mayor gama de colores.
La separación o abanicado de estos papeles permite evitar problemas en e1 alimentador de las impresoras o prensas (paradas) y registro.
El aireado manual facilita el trabajo mecánico de los sopladores y las zapatas o chupetes de succión del alimentador, mejorando la operación de transporte del papel.

Por ejemplo: Una operación tan sencilla como esta, garantiza que una prensa diseñada para producir a 12.000 pliegos o hojas/hora, opere a dicha velocidad, al optimizarse los sistemas de transporte del papel, la distribución de tinta y la solución de la fuente.
En contrapartida, cualquier defecto en el papel, como bordes desparejos, arrugas, dobleces, entre otros, producirá un aumento de tiempo de impresión y perdida de papel.

3) Aireado o abanicado mecánico:
En el caso de papeles compuestos como los autoadhesivos, utilizados para etiquetas, el sustrato se compone de una cara superior, un adhesivo y una base siliconada.
En estos casos el aireado y abanicado mecánico es el más recomendado, debido a que la manipulación manual, necesitaría de una cantidad excesiva de mano de obra.

4) Polvo en superficie:
Una vez fabricado, el papel se convierte de bobina a hoja, procesándose varias bobinas simultáneamente. Si bien las cuchillas de corte son afiladas continuamente a fin de obtener un corte limpio, cuando las cuchillas pierden filo, los cortes comienzan a producir rebabas y polvillo (desprendimientos de fibras celulósicas, polvo del encapado y otras sustancias del proceso) que se esparce en las hojas dentro de la pila o paquete.

Con frecuencia, cuando el impresor encuentra el problema, ya se han impreso una gran cantidad de pliegos y muy poco se puede hacer. Para esto existen diversas tecnologías, aspiradores, rodillos de telas limpiadoras, rodillos con cepillos y otros.

Su función es limpiar el pliego (por contacto o sin contacto) de estas impurezas antes de que ingrese en el cilindro impresor. Estas ayudas permiten absorber las impurezas y producir tirajes más largos sin necesidad de parar a lavar mantillas o cauchos.

Lavar siempre será necesario, debido a que uno de los principales agentes blanqueantes de los papeles es el carbonato de calcio, que ante la acción mecánica y química de las tintas y la interacción de la impresora, se desplaza hacia la mantilla o caucho y los rodillos.

El lavado automático de las mantillas o cauchos es otra herramienta para aumentar la productividad.

Una solución alternativa, consiste en limpiar con un pedazo de terciopelo negro o aspirar con una aspiradora industrial, los costados de la pila, a fin de atrapar el polvillo o impurezas de corte, antes de colocarla en el alimentador.

CUANDO EL PROBLEMA SE TORNA INMANEJABLE SE DEBE CAMBIAR EL MATERIAL.

5) Fibra corta o paralela al sentido de impresión:
El pliego celulósico debe imprimirse con fibra larga (perpendicular al sentido de marcha de la impresora).

Entre las ventajas de utilizar fibra larga, se encuentra la mejor precisión de registro y los problemas de encuadernación. Con fibra corta, frecuentemente suelen desprenderse hojas desde el lomo del libro. Con fibra larga, en los procesos de perforado, plegado y acabado final, se obtiene una mayor producción.

En las máquinas rotativas, la fibra irá paralela a la dirección de debobinado.

PREALISTAMIENTO DE BOBINAS.
Para los materiales celulósicos en bobinas, debemos aplicar las mismas reglas que para los pallets o pilas (pliegos) en lo referente a temperatura y humedad.

El papel frío suele romperse frecuentemente y el papel húmedo no garantiza un buen registro.

Al igual que en las pilas de pliegos, es aconsejable utilizar un pedazo de terciopelo negro en los lados del material, a fin de eliminar la presencia de polvillo.

PRECAUCIONES:
a) Paralelismo del rollo o bobina:
Los dos lados de la bobina deberán estar perfectamente paralelos. Si el rollo o bobina presenta conicidad (bobinado desparejo), el control automático de registro, no puede corregir esta deficiencia y mantener la imagen en registro.

b) Diámetro del cono o husillo:
En general, a mayor diámetro interior del cono, menor será la tendencia del papel a enredarse.

c) Empalmes:
A fin de evitar roturas constantes y lograr un adecuado registro, los empalmes deben estar claramente indicados y empalmados en diagonal. El impresor debe determinar la máxima cantidad de empalmes (por bobina o lote) que está dispuesto a aceptar por parte del fabricante antes de procesar la bobina en la sala de impresión.
Actualmente, la incorporación de alimentadores automáticos de bobinas son un procedimiento que permite mantener la calidad y la productividad y su ROI (retorno de la inversión) se obtiene en pocos meses.

d) Operación o Manipulación:
El almacenamiento correcto de las bobinas es fundamental para su desempeño. Se debe recibirlas totalmente protegida.

Este cuidado adicional evitará que el autoelevador o montacargas golpee y dañe el material o sustrato contenido en las bobinas.

Observación: No se deben dejar bobinas dañadas en la planta y en las salas de prensas o impresión.

COMO EN TODAS LAS AREAS, LA RESPUESTA ES: CAPACITACIÓN, CAPACITACIÓN Y MÁS CAPACITACIÓN.
























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