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¿Una Conversación Incómoda? Determine su Objetivo
Su jefe acaba de asignarle un proyecto sin relevancia y usted le pide una oportunidad para discutirlo. Uno de sus empleados directos no está trabajando bien y usted fija una reunión para hablar de su rendimiento.
Todas las semanas, en todas las empresas, los gerentes tienen que enfrentar más de una docena de conversaciones incómodas. Varios libros ofrecen herramientas y técnicas para que ese tipo de conversaciones se lleven a cabo en forma productiva.
Pero, ¿pensó si esa conversación es realmente necesaria? Y si es así, ¿pensó en qué está tratando de lograr? La clave para una interacción exitosa, sostienen Douglas Stone y sus colegas en Difficult Conversations: How to Discuss What Matters Most, consiste en aclarar los objetivos de entrada.
Sugerencias:
* Algunas conversaciones son innecesarias
A veces, el conflicto que usted siente puede ser sólo suyo, y no necesariamente entre usted y alguien más.
¿Ese proyecto que le encargó su jefe es realmente insignificante, o se trata de una tarea tediosa que es parte de su trabajo, pero que usted no quiere hacer? Resuelva su ambivalencia y no discuta. En otras ocasiones, en lugar de una conversación, lo que se necesita es un cambio de conducta. El empleado que dice que usted nunca escucha sus sugerencias puede tener razón; y si usted considera seriamente sus ideas, no necesitará discutir el tema.
* Algunos objetivos son inadecuados.
Usted podría comenzar una conversación difícil tratando de cambiar a la otra persona ("¿Por qué no puedes ser más responsable?"). Pero esa no es una meta realista, y sólo hará que la otra persona se coloque a la defensiva o se resienta. Quizás usted quiera, simplemente, liberar un poco de tensión. En una conversación, reconocer emociones puede ser muy útil; pero ventilar sus sentimientos, y luego retraerse, no es productivo. Primero cálmese.
* Algunos objetivos deben olvidarse.
Usted trató de resolver una situación o de solucionar un problema sin éxito; probablemente es tiempo de dejar de lado su objetivo. "A veces, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, nada ayuda, escriben los autores de Difficult Conversations. Su jefe seguirá de mal humor." Nadie puede forzar a otra persona "a querer invertir tiempo en una relación o a solucionar las cosas", y menos a modificar su conducta.
Y si cambiar la situación es imposible o inapropiado, tendrá que aprender a vivir con ella.
Según los mencionados autores, sólo hay tres objetivos razonables para encarar una conversación difícil:
1) Conocer la historia de vida de la otra persona.
2) Expresar nuestros puntos de vista y sentimientos.
3) Tratar de solucionar los problemas juntos.
"Estos tres objetivos parten de la base de que usted y la otra persona ven el mundo en forma diferente, que ambos tienen sentimientos genuinos sobre lo que está ocurriendo, y que cada uno tiene sus propias cuestiones de identidad sobre las que debe trabajar. Usted necesita propósitos que reconozcan esta realidad."
AUTOR: NEWSLETTER DE HARVARD BUSINESS SCHOOL
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